Piorrea avanzada
¿Qué causa la piorrea?
La enfermedad periodontal, también conocida como enfermedad de las encías, es un conjunto de afecciones inflamatorias que afectan a los tejidos que rodean a los dientes.[5] En su fase inicial, denominada gingivitis, las encías se hinchan y enrojecen y pueden sangrar.[5] Se considera la principal causa de pérdida de dientes en adultos en todo el mundo.[7][8] En su forma más grave, denominada periodontitis, las encías pueden desprenderse del diente, puede perderse hueso y los dientes pueden aflojarse o caerse.[5] También puede producirse mal aliento.[1]
La enfermedad periodontal se debe generalmente a que las bacterias de la boca infectan el tejido que rodea a los dientes[5]. Los factores que aumentan el riesgo de enfermedad son el tabaquismo,[4] la diabetes, el VIH/SIDA, los antecedentes familiares y ciertos medicamentos[1]. El diagnóstico se realiza mediante la inspección del tejido de las encías que rodea a los dientes, tanto visualmente como con una sonda y radiografías, en busca de pérdida de hueso alrededor de los dientes[1][9].
El tratamiento consiste en una buena higiene bucal y una limpieza dental profesional periódica[5]. La higiene bucal recomendada incluye el cepillado diario y el uso de hilo dental[5]. En algunos casos, puede recomendarse el uso de antibióticos o la cirugía dental[10]. Se calcula que en 2015 había 538 millones de personas afectadas en todo el mundo y se sabe que afecta al 10-15% de la población en general[7][8][6] En Estados Unidos, casi la mitad de los mayores de 30 años están afectados en algún grado, y aproximadamente el 70% de los mayores de 65 años padecen esta enfermedad[5].
Diferencia entre gingivitis y piorrea
La piorrea, también conocida como periodontitis, es una enfermedad multifactorial que afecta a la encía oral. Se trata de una inflamación causada por bacterias, que puede afectar provocando halitosis (mal olor de la boca), recesión gingival, destrucción del hueso de soporte del diente y, en el peor de los casos, provocar incluso la pérdida del diente. De este modo, cuando nuestras encías sufren piorrea, la boca se encuentra en un estado de peligro en el que requiere un tratamiento y cuidados específicos.
Además de factores como el estrés, tener las defensas bajas o una mala higiene bucal, que pueden influir en el desarrollo de la enfermedad, la piorrea está causada por una serie de bacterias que hacen que la respuesta del tratamiento básico sea más lenta y desfavorable. En este caso, las bacterias que habitan en la boca se depositan en la superficie de los dientes y en el surco gingival, constituyendo la placa bacteriana.
Dependiendo de lo avanzada que esté la enfermedad, el tratamiento será uno u otro. Cuando la piorrea está en una fase muy inicial, a veces basta con una limpieza a fondo de la boca, que consiste en un raspado de las raíces del diente que elimina el sarro acumulado y suaviza las rugosidades que se hayan podido formar. Hoy en día, este proceso se puede realizar mediante láser.
La piorrea es hereditaria
La piorrea es una afección grave de la enfermedad periodontal en la que los ligamentos y los huesos que soportan los dientes se inflaman e infectan. Es el resultado de una gingivitis avanzada. La gingivitis es una forma leve de enfermedad de las encías que provoca el enrojecimiento y la inflamación de la gingiva, la parte de la encía que rodea la base de los dientes del paciente.
Después de la inflamación, la encía se retira gradualmente del cuello del diente, seguida de la pérdida del mismo. La piorrea es una enfermedad peligrosa porque no produce ningún síntoma perceptible durante mucho tiempo.
La gingivitis es la inflamación del tejido gingival que rodea los dientes. Suele ser indolora. Los principales signos de la enfermedad son el enrojecimiento, la inflamación y el sangrado de las encías, el mal sabor y el aliento desagradable. La mala higiene bucal, las malas técnicas de cepillado (acumulación de placa) y el tabaquismo desempeñan un papel importante en su desarrollo. En algunos casos, los cambios hormonales, ciertos tipos de enfermedades (leucemia, diabetes), los medicamentos y la predisposición genética también están asociados al desarrollo de la gingivitis. La inflamación no tratada puede causar periodontitis, que es una inflamación más grave. En la fase final de la enfermedad, se produce una piorrea que puede conducir a la pérdida de dientes.
Coste del tratamiento de la piorrea
-Movilidad de los dientes: cuando la pérdida de hueso es profunda, los dientes no son capaces de resistir la presión ejercida sobre ellos por la lengua o simplemente el contacto con sus contrarios durante el cierre de la boca. Además, la inflamación del ligamento periodontal puede provocar cambios en su inclinación y posición.
Cuando se presentan estos síntomas la periodontitis se encuentra en un estado avanzado, y aunque se pueda detener mediante un buen tratamiento y mantenimiento periodontal, el hueso y el periodonto perdidos no se recuperan. Por eso es vital una detección temprana. Para prevenirlas, es necesaria una correcta higiene bucal y una limpieza periódica realizada por un dentista o un periodoncista (especialista en encías). Es muy importante consultar con un especialista para saber si hay antecedentes familiares, ya que la predisposición está ligada a factores genéticos.
Otros factores de riesgo son: el tabaco, el estrés, las alteraciones hormonales (menopausia, embarazo) y las condiciones de inmunosupresión. La tasa es baja en jóvenes y adolescentes, pero aumenta con la edad (10% entre los 30 y los 40 años, 25% entre los 50 y los 60).