Embutidos sin sal para hipertensos

Volar con hipertensión pulmonar

Las Guías Alimentarias para los Estadounidenses, 2020-2025icono externo recomiendan que los adultos de Estados Unidos consuman menos de 2.300 miligramos (mg) de sodio cada día como parte de un patrón de alimentación saludable.3

Consumir más sodio del que el cuerpo necesita puede elevar la presión arterial, y la presión arterial alta es una de las principales causas de las enfermedades cardíacas y los accidentes cerebrovasculares.5 Incluso las personas que no tienen presión arterial alta deben mantener el sodio por debajo de un determinado nivel para reducir el riesgo de enfermedades cardíacas y accidentes cerebrovasculares.6

La mayor parte del sodio que consume procede de los alimentos procesados (por ejemplo, salchichas, embutidos, jamón, fiambres) y de la comida de los restaurantes. No se puede controlar la cantidad de sodio que contienen estos alimentos, por lo que es importante limitarlos en la dieta.7

El sodio, que es un mineral, es un elemento que se encuentra en la sal.11 El nombre químico de la sal que se come o se bebe (por ejemplo, la sal del salero) es cloruro de sodio.5 Los términos no son iguales, pero a menudo se utilizan indistintamente, y ambos pueden aparecer en la etiqueta de un alimento. Por ejemplo, en la etiqueta de información nutricional se utiliza “sodio”, mientras que en la parte delantera del envase puede figurar “sin sal”.12

Cómo curé mi hipertensión pulmonar

La asociación entre el consumo de sodio y la hipertensión es bien conocida, ya que un consumo elevado de sodio puede afectar negativamente al control de la hipertensión. La mayoría de las directrices recomiendan una dosis diaria de sodio <2 g, pero se ha descubierto que la mayoría de las personas consumen casi el doble de esta dosis diaria recomendada. El alto contenido de sodio se encuentra en los encurtidos, el pescado salado, las bebidas carbonatadas y los alimentos procesados y enlatados. Se cree que la restricción de la sal es una medida rentable para reducir la morbilidad y la mortalidad de la población. La OMS está concienciando sobre la restricción de la sal, con el objetivo de reducir la ingesta mundial de sodio en un 30% relativo para el año 2025.

Se sabe que la sal, además del azúcar, son los famosos asesinos blancos. Mientras que el efecto cardiovascular de la hiperglucemia ha quedado bien establecido a lo largo de los años, el riesgo de la ingesta elevada de sal sobre la morbilidad y la mortalidad cardiovascular sigue siendo objeto de debate.    La relación entre el consumo de sal y el mal pronóstico cardiovascular no es una relación lineal consistente, sino una curva en forma de J [1]. Esto explica por qué las personas con una ingesta de sal significativamente alta y las que tienen una ingesta de sal significativamente baja experimentan eventos cardiovasculares adversos. La mayoría de las directrices sugieren una ingesta baja de sal, definida como <2-2,3 g de sodio (equivalente a <5-5,75 g de cloruro sódico) al día para reducir la hipertensión arterial y mejorar los resultados cardiovasculares [2, 3]. Los mecanismos por los que la ingesta elevada de sal afecta a la presión arterial son la retención de agua, la remodelación vascular y la disfunción endotelial [1]. Por otro lado, aún no se conocen bien los mecanismos que relacionan la ingesta baja de sal y la alta mortalidad, aunque puede implicar la activación del sistema renina-angiotensina-aldosterona (SRAA) y del sistema nervioso simpático, así como un aumento de la resistencia a la insulina [1].

Hipertensión pulmonar por retención de líquidos

Los cambios en la presión arterial sistólica (PAS) y diastólica (PAD) se ilustran como medias ± desviaciones estándar. Los valores P indican la significación estadística de las diferencias entre los grupos.

Hubo una diferencia significativa en la media de la PAS entre los grupos del estudio en la semana 3 (p = 0,028) y una diferencia casi significativa (p = 0,076) al final de la intervención (Tabla 3). Los valores medios de PAS y PAD en el grupo de Smart Salt frente al grupo de Regular Salt se muestran en la Tabla 3. También la media de la PAD tendió a ser menor para el grupo de Smart Salt en comparación con el grupo de Regular Salt, pero las diferencias no fueron estadísticamente significativas (Tabla 3).Tabla 3 Presión arterial sistólica y diastólica durante el período de intervención.Tabla de tamaño completo

Este artículo se publica bajo licencia de BioMed Central Ltd. Este es un artículo de acceso abierto distribuido bajo los términos de la Licencia de Atribución de Creative Commons (http://creativecommons.org/licenses/by/2.0), que permite el uso, la distribución y la reproducción sin restricciones en cualquier medio, siempre que se cite adecuadamente la obra original.

Sal para la hipertensión

¿Sabía que, por término medio, cuanto mayor es el consumo de sodio de una persona, mayor es su presión arterial? Limitando el sodio, todo el mundo puede ayudar a reducir el riesgo de desarrollar hipertensión, enfermedades cardiovasculares, insuficiencia cardíaca congestiva y enfermedad renal crónica (ERC). Las personas con una salud normal sólo necesitan una pequeña cantidad de sodio para mantener el equilibrio de los fluidos y transmitir los impulsos nerviosos en nuestro cuerpo. Pero, ¿cómo se puede controlar el sodio cuando se padece una enfermedad renal y se tiene la tensión arterial alta? Esta es una guía de hallazgos de alimentos comunes bajos en sodio para ayudarle cuando esté haciendo la dieta renal.

Las personas con enfermedad renal o en diálisis han reducido o perdido la capacidad de equilibrar el sodio y el agua en su cuerpo.  Por lo tanto, la mayoría de las personas que siguen una dieta renal necesitan restringir la ingesta de sodio y líquidos.  Es importante tener en cuenta que el consumo excesivo de sodio puede hacer que se sienta sediento, lo que puede hacer que seguir una restricción de líquidos sea bastante difícil. Junto con la guía de iniciación a los alimentos saludables bajos en sodio y aptos para los riñones, utilice estos consejos para ayudarle a eliminar el sodio añadido de su dieta.